EQUIPOS PARA EL LIJADO
MANUALES
El lijado de las superficies se realiza de forma manual y las herramientas o útiles más utilizados son los tacos de lijado, las garlopas y los cepillos de cerdas o púas de alambre.
A MANO
Si se van a realizar lijados en contornos y áreas de difícil acceso, o el lijado a efectuar es de precisión, se deberá optar por un proceso manual. En caso de realizar lijados directamente a mano, sin ayuda de taco, se deberá utilizar los abrasivos adecuados, como almohadillas abrasivas, lijas con refuerzo de espuma, o abrasivos tridimensionales tipo ScotchBrite, siendo el último más adecuado para mateados, pues no desgasta, y el primero más idóneo para operaciones que requieran desgaste, al ser más rígido. No es recomendable emplear la misma lija que se ha utilizado en la máquina, doblándola, pues en tales situaciones su poder de corte es muy superior, provocando rayas de una profundidad elevada, que difícilmente podrían eliminarse en la siguiente fase de lijado.
El lijado a mano sin taco, utilizando sólo la mano y el papel abrasivo, puede provocar el denominado "marcado de dedos". Este defecto aparece por ejercer más presión precisamente en las zonas de los dedos, marcando irregularmente las huellas. Cuando se lije sin taco, el movimiento de la lija debe ser perpendicular a la posición de los dedos, para atenuar el problema anterior. En superficies planas es recomendable utilizar un taco, pues de esta forma se asegurará un lijado uniforme.
TACOS DE LIJAR
Para el lijado con taco, el abrasivo utilizado es del tipo multicapa con soporte papel (lija), con el grano más adecuado a la situación. Para realizar lijados con taco, se colocará en primer lugar el abrasivo en el mismo y se comenzará a lijar suavemente, dejando que el papel abrasivo haga la mayor parte del trabajo.
El lijado con taco se realizará ejerciendo un movimiento longitudinal de vaivén, nunca circular; se debe cambiar la dirección del lijado regularmente para evitar la aparición de surcos.
MÁQUINAS
El proceso de lijado es una parte muy importante en el pintado de automoción, no sólo por ser un proceso necesario para la nivelación de superficies y creación de una base de anclaje, sino por el tiempo que es preciso invertir en esta operación, que contempla desde el decapado de la pintura y limpieza de la chapa hasta el matizado del barniz para un retoque. Esto, sumado a la continua búsqueda de una mayor rentabilidad en el taller, ha provocado el desplazamiento del lijado a mano y al agua por el lijado a máquina y en seco, por ser un sistema más rápido, preciso y seguro, además de suponer una mejora en las condiciones de trabajo para los operarios y mayor limpieza en el taller.
ACCIONAMIENTO
Las máquinas
lijadoras constan de un motor cuyo accionamiento puede realizarse mediante
corriente eléctrica (lijadoras eléctricas) o mediante aire a presión (lijadoras
neumáticas).
Las
lijadoras de funcionamiento neumático son más manejables que las eléctricas, al
ser menos pesadas y voluminosas, y no suelen sufrir calentamiento por trabajos continuados.
Sin embargo, como mayor inconveniente, precisan de una buena instalación de
aire, además de presentar variaciones en la velocidad de trabajo prefijada y un
coste algo más elevado que el de las lijadoras eléctricas, si bien estas
últimas tienen un tiempo de vida inferior.
Por otra
parte, las lijadoras eléctricas no precisan de instalaciones especiales para su
accionamiento, ya que solo necesita una toma de corriente, no presentan variaciones
en la velocidad de trabajo prefijada, y son algo más baratas. Como
inconvenientes, son menos manejables y pueden calentarse tras un trabajo continuado.
La elección
entre una u otra puede estar condicionada principalmente, por las
características del propio taller, de si dispone o no de una buena instalación
de aire para el buen funcionamiento de las lijadoras neumáticas.
MOVIMIENTO QUE IMPRIMEN A LA LIJA
Dependiendo
del movimiento que imprimen a la lija, distinguimos entre: lijadoras rotativas,
orbitales, rotoorbitales y roto-excéntricas.
Las
lijadoras rotativas o radiales, tienen la zapata de forma circular y el
movimiento que se le transmite es rotativo sobre un eje fijo. Son lijadoras que
trabajan de forma muy agresiva y rápida, siendo ideal para los trabajos pesados;
por contra, generan mucho calor y presentan dificultad para el lijado en plano.
Este tipo de lijadoras no se emplea mucho en el área de pintura, y sus
principales aplicaciones son: el decapado de pinturas y limpieza de corrosión.
Las
lijadoras orbitales o excéntricas, tienen la zapata de forma rectangular y el
movimiento que se le transmite es la descripción de una órbita en torno a un
eje fijo. Estas lijadoras tienen una gran superficie de lijado y son ideales para
el lijado de superficies grandes y planas, además cuando no trabaja en plano da
problemas de vibraciones.
Sus
aplicaciones son: lijado de masillas y cualquier lijado en áreas planas.
Las
lijadoras roto-orbitales o excéntrico-rotativas, son las de mayor uso en el
área de pintura, su zapata es circular y el movimiento que adquiere es
combinación de los otros dos, uno rotativo en torno a un eje de giro y el propio
giro de dicho eje. Como ventajas, estas lijadoras son muy manejables, fáciles
de trabajar y generan poco calor.
No obstante,
deben de trabajar completamente planas para no crear aguas y no resultan muy
indicadas para el lijado de masillas en superficies planas. Son adecuadas para
cualquier operación de lijado en general: lijado de pinturas, afinado de
aparejos y preparación para acabado final.
DIÁMETRO DE LA ÓRBITA
Otra
característica que define la lijadora es el diámetro de la órbita, que consta
en las características técnicas de la máquina. Este diámetro indica el grado de
agresividad que ejerce en la abrasión, de manera que para un mismo grano de
lija, dependiendo de la órbita se conseguirá un trabajo rápido pero de peor
calidad, o un trabajo de mejor calidad pero en un mayor tiempo. Por lo tanto, para
un trabajo de lijado de masilla y aparejo será más adecuada una órbita mayor
que para el matizado o lijado de materiales de acabado y barnices en los que se
precisa de un mejor acabado.
Los
diámetros de órbita más frecuentes son los de 2.5, 3, 4, 5, 6 y 7 mm.
TIPO DE PLATO
Independientemente de que se realicen los lijados a mano o a máquina es preferible utilizar soportes de lijado (platos o tacos) en lugar de realizar los lijados sin soporte; de este modo, el reparto de presión será más uniforme.
SOPORTES RECOMENDADOS PARA LIJADO EN SECO A MÁQUINA
P500
P400
P320 Soporte blando
P280
P240
P220
P180 Soporte medio
P150
P120 Soporte duro
P100
P80
P60
SISTEMA DE ASPIRACIÓN
Un aspecto
muy importante de la máquina lijadora es su sistema de aspiración, que consiste
en una serie de agujeros en el plato de la lijadora a través de los cuales se absorbe
el polvo generado durante el lijado y se deposita en un recinto estanco. De
esta forma, se consigue un ambiente más libre de polvo que beneficia tanto a la
salud del operario, como a la limpieza general del taller.
Además,
también hace que haya un mayor aprovechamiento de la lija, ya que gracias a la
aspiración el embazamiento de la lija se produce más tarde y por lo tanto la
duración del abrasivo es mayor.
Los sistemas
de aspiración pueden constar de seis agujeros u ocho más uno central, todos
ellos en el plato de la máquina, por lo que cada sistema necesita un tipo distinto
de abrasivo con esos seis agujeros u ocho más uno central.
El único
inconveniente que presenta esta aspiración es la depresión que se produce entre
la máquina y la superficie que se esta trabajando, dificultando el manejo de la
lijadora. Para disminuir este efecto, algunas lijadoras cuentan con un
regulador de potencia de aspiración para que se ajuste la fuerza de aspiración.
SISTEMA DE SUJECIÓN DE LA LIJA
Los discos y
hojas de lija se fijan a las herramientas de lijado mediante diversos medios:
amarre con pinzas, sujeción con pestañas, reverso autoadhesivo y sistemas de
velcro.
Como el
movimiento de deslizamiento lo realiza la herramienta de lijado, para que el
rendimiento de la operación sea efectivo, la lija ha de estar firmemente unida
a la zapata de la herramienta; por ello, los sistemas autoadhesivo y velcro
ofrecen, en este sentido, mejores
prestaciones.
De estos dos, el sistema velcro es más recomendable por ser más rentable y
fácil de usar, ya que se puede reutilizar hasta que la lija se emboce, no como con
el autoadhesivo que prácticamente es de usar y tirar, aunque es más barato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario